La casa se desarrolla en un estilo atemporal inspirado en la región Toscana de Italia, con un lenguaje en el que destacan una volumetría geométrica con dominio del macizo sobre el vano, elementos románicos como arcos, el uso de piedra, techumbres inclinadas revestidas de teja.

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En los interiores se diseñó una atmósfera clásica atemporal con acentos extravagantes.

La paleta de materiales incluyó pasta lista, pintura en tonos neutros, estuco veneciano y mármol Crema Marfil en gran formato.

Uno de los atributos principales en el interior, es la escalera de caracol rematada con una cúpula. Esta característica es visible desde varias zonas de la casa. 

En el exterior destacan las amenidades tipo resort con un cabano climatizado para reuniones sociales y una piscina con silueta orgánica rodeada de abundante vegetación.
 

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